TRAIL RUNNING:
BROTO-YOSA-BROTO.
Como siempre, con mucha humildad:un vídeo y unas fotos del recorrido.
Un fin de semana en el Pirineo....., ¡ya tocaba! Parece que el tema se va enderezando. Este fin de semana lo he pasado en familia y con amigos en Broto, caminando, corriendo y disfrutando de mi hija que se ha tirado en rappel por primera vez, con 7 años. ¡Qué orgulloso me he sentido y que nervios he pasado!
A las 7:30 de la mañana, con -1º en el exterior, salgo de Broto camino de Yosa, un pueblo abandonado a los pies del Pelopín. Cruzo la pasarela nueva y tomo dirección al camping de Oto; allí giro a la derecha por la carretera que sube al pueblo y, en la primera curva, se coge el GR 15.
El recorrido es por senda, por una subida preciosa, casi toda entre bosque, con dos zonas llanas en las que uno puede recuperar el aliento.
En uno de esos rellanos, digamos que tuve un ligero percance con unos hermosos ejemplares de vaca. En el que paso, que no paso, que paso, que no paso..., mamá vaca embiste y yo "trepo" ágilmente por un boj.
Si mayores consecuencias. La familia pasó y yo continué. ¡Jodidos rumiantes!.
Al cabo de 20 minutos de ascensión, entre los árboles, se va viendo el campanario de la iglesia, allá arriba. Ya queda menos.
Cerca del pueblo, el bosque se aclara y la senda discurre entre muros.
Por fin arriba, resoplando. Han sido 40 minutos desde que salí de casa. Una subida cómoda. ahora me toca ver un poco el pueblo.
Recorrer estos lugares te llena de melancolía. Hubo un tiempo en el que aquí vivió gente. Ahora está vacío. La vida te da y te quita. Es lo que hay.
Un regalo inesperado son las vistas. El macizo de Monte Perdido en todo su esplendor y el barranco de Yosa con Oto y Broto al fondo.
Y sin entretenerme mucho, para abajo, que hace fresco. Ahora dirección Oto.
¡Qué placer estar de nuevo en la montaña!.