miércoles, 20 de mayo de 2015

Ascensión al Castillo Mayor

CASTILLO MAYOR (2.014 mts)




Después de la excursión del sábado a Escartín, el domingo por la mañana nos acercamos hasta Puertolas para subir al Castillo Mayor (2.014 mts). 

Salimos pronto de Broto confiando en que no haga viento y llegamos a Escalona en poco menos de una hora. Allí nos desviamos en dirección a Añisclo. A pocos metros del desvío sale a mano derecha la carretera que nos llevará a Puertolas, pequeño pueblo que atravesamos en dirección a Bestué.

Justo antes de coger el desvío a Bestué, vemos a un montón de gente que baja de un par de autobuses. Ellos también van al Castillo Mayor pero por la ruta larga pasando por el Collado Custodia. Nosotros continuamos dirección Bestué  hasta un desvío que marca Montaña de Sensa -que según nos dicen es Sesa-; lo tomamos y en un kilómetro paramos en un ensanchamiento del camino junto a un hito. Hay que fijarse bien, porque el hito puede pasar desapercibido.



Desde aquí parte un sendero que sube de inicio, con bastante pendiente. La senda que empieza bien, se transforma en senda con pequeñas piedras que me hace patinar constantemente. No llevo palos y tengo que subir agarrándome a los bojes. Aún así, me doy un cacharrazo y me marco el brazo



Mª José, que estrena botas…, me mira por encima del hombro; ellas lleva palos y va con buen calzado... ¡Cómo son las mujeres!


La senda se va empinando cada vez un poco más hasta que llegamos a los pies de unos farallones. Allí enlazamos con la senda que han debido tomar los que hemos visto bajar de los autobuses. En este punto giramos a la izquierda y la pendiente se suaviza considerablemente.


A partir de aquí ya empezamos a disfrutar de las vistas. Se abre el bosque y a nuestra espalda a aparece Peña Montañesa en todo su esplendor. Se adivina el pantano de Mediano. Las Sestrales marcan el límite del Cañón de Añisclo. Bestué va quedando muy abajo...





El paisaje cambia y empieza la zona de los bojes y los erizones. Se acaba la sombra y empieza el calor. Los pocos árboles que cruzamos nos dan una sombra que se agradece de verdad.


Un poco menos de una hora y llegamos a una plana que llaman el Llano. Desde aquí ya se ve lo que nos queda.

El track que he cogido me manda a la derecha por un pequeño vallecillo para remontar por la cresta hasta la cima. Los hitos, en cambio me mandan en recto. Me fío más de David -Rutas por el Pirineo- que si ha ido a la derecha será por algo -¡vaya si era por algo!-.


Autofoto con la Peña Montañesa detrás, unos anacardos y en marcha.


Delante de nosotros va un nutrido grupo de franceses entrados en años que suben en un relativo silencio. Tras nosotros, más abajo un también nutrido grupo de españoles montan una "bulla" considerable. ¡Somos como somos!.

Nosotros a lo nuestro y para arriba en suave pendiente siguiendo el vallecillo.





Llegados al final, nos paramos en seco. Menudas vistas. A la izquierda todo el cordal del macizo de Monte Perdido. Bajo nuestros pies, unas cortadas fantásticas hasta la garganta de Escuaín...


Aquí giramos a la izquierda y sólo queda seguir la cresta hasta la cima.



Nos toca un caos de rocas, fisuras, grietas y agujeros que sorteamos como mejor entendemos. Todo recto para arriba.




Adelantamos a todo el grupo de franceses para asegurarnos un ratón a solas en la cima…, somos así de egoístas!!!…, aunque al final, tuvimos que compartir.


Menos de dos horas nos ha costado. Vamos bien de tiempo. Así que a disfrutar de la cima. Buscamos una roca solitaria y a comer un buen bocata de tortilla de espárragos. Ya habrá tiempo de pensar en el viaje de vuelta a Valencia.., con estas vistas y este tiempo!!!







Desde el Tendeñera, pasando por el Mondicieto y el Mondarruego hasta las Tres Marías…., menuda fila!!!




Desde aquí se ve la Espalda del Perdido, que me falta por subir junto con el Cilindro, para acabar con este macizo… Es que el asoma por la derecha.


La vuelta la planteamos en bajada directa. El track de David nos lleva por toda la cresta pero se nos hace tarde. Siguiendo hitos bajamos casi en línea recta.





La vuelta se hace rápida pero tampoco aceleramos el paso. De verdad que las vistas lo merecen.




De vuelta en el coche vemos que ha sido una excursión corta y rápida. Seis kilómetros, un desnivel de 750 metros y en menos de cuatro horas de marcha real.

Pero eso no impide tomarse la cerveza de la victoria en Escalona.


lunes, 18 de mayo de 2015

Pueblos Abandonados: Escartín

PR-HU 117: 
DE BERGUA A ESCARTÍN.



Hace unos meses compré a mi sobrino Alberto un libro muy interesante: Despoblados de Huesca: Tomo III (Sobrarbe y Somontano). Y me compré otro para mí. En él aparecen todos los pueblos abandonados del entorno de Broto, Fiscal o Boltaña que es por donde nos movemos.

Ya habíamos visitado alguno como Otal o Yosa de Broto pero Escartín nos llamaba la atención desde hacía tiempo. Nos obligaba a pasar por Bergua, que tampoco conocíamos, pero nos quedaba muy a desmano. Siempre elegíamos otros rincones del valle.

Este sábado queríamos ir a Peña Montañesa pero daban viento, así que decidimos cambiar de planes y adentrarnos por esta parte de la sierra. Luego nos dijeron que ni viento ni nada…

Llegamos a Bergua desde Fiscal por una mala carretera…, o una buena pista. Siete kilómetros. La carretera acaba en Bergua, así que dejamos el coche en la carretera, en la parte alta y bajamos al pueblo.


Bergua es bonito y no sólo no está abandonado, sino que vive más gente de la que nos imaginábamos, y algunos, en unos casoplones importantes. Eso sí, bar no hay hasta entrado el verano.

Damos una vuelta para conocerlo y, de paso, encontrar la senda que lleva a Escartín.









Esta, parte de la parte baja del pueblo y está señalizada con mucho estilo.


Comienza con una bajada en sombra hasta el río, que escondía una grata sorpresa: un barranco con agua y un par de pozas que probaríamos a la vuelta. Los niños del pueblo se estaban bañando, señal de que el agua estaba caliente…., o de que en estos pueblos los niños son de acero.

Nosotros cruzamos los dos puentes y giramos a la izquierda siguiendo las señales del PR-HU 177 que indican Otal y Escartín. A la derecha nos manda para Ayerbe de Broto, otro pueblo abandonado que ya conocimos hace algún tiempo.




La subida es tranquila y vamos paralelos al río hasta una bifurcación. A la izquierda y por el fondo del barranco a Otal. A la derecha y subiendo a Escartín. La idea es subir a Escartín, bajar al desde allí al barranco y volver por esta senda, haciendo una circular. Luego tuvimos que abandonar la idea.




Es una subida entre bojes, avellanos y robles. A ratos en sombra, a ratos a pleno sol. Pero como no hace calor y "no sopla" viento, se convierte en un paseo amable.

Pasamos por un salto de agua que está seco y que hasta hace no muchos días atrás debería llevar agua. Tiene una bonita poza que con agua corriente, estaría sensacional.



Nosotros seguimos caminado y ganando altura. Bergua queda atrás.



Al cabo de tres cuartos de hora llegamos a lo que debe ser un "área de descanso". Pues se descansa.



Ya estamos cerca. La senda esta marcada por muertes de piedra y en las laderas se ven antiguos campos y bancales.





Una hora y casi media para llegar a Escartín. Muy bien. Tres kilómetros y medio.

Al llegar, encontramos la señal que nos manda a Otal cruzando el pueblo -hacia arriba- o la que nos desvía por el barranco -osea hacia abajo- que es la que queremos tomar más tarde.


Entramos a Escartín y se detiene el tiempo. 











El pueblo es bonito. Hay muchas casas. Algunas muy grandes, lo que da una medida de que aquí había gente con posibles. La plaza tiene una herrería, una fuente que funciona y un abrevadero.



La iglesia está en la parte alta. Nosotros vamos viendo y fotografiando.




Tiene campanas!!… y se puede entrar!!! 



La puerta esta cerrada pero se puede pasar. Sólo  te piden que la cierres para que no entren las vacas.





Y hay un buzón para dejar tus comentarios. Todo muy bien organizado.


La iglesia es bonita. O eso me pareció. Está vacía y mantiene en pie las capillas de la cabecera de las tres naves, el coro y un bonita pila.






Después de más de una hora y media de deambular por las calles, decidimos comer a la sombra y volver para Bergua.

Intentamos seguir la senda que nos debería llevar al barranco, pero está completamente cerrada por zarzas y ortigas. Como el pueblo. Así que con pena por no poder descubrir esa zona, volvemos por el mismo camino.

Y nos mojamos los pies, como marca la tradición de Mª José. 

Bueno, ella se baño. Yo, que soy de Teruel…., el agua como los paticos…, por el pecho.



Subir a Bergua fue más fácil con los pies frescos.

Una excursión de tres horas y siete kilómetros.

De vuelta, por la carretera vimos el río Ara, Asín de Broto y la ermita de San Mamés desde una nueva perspectiva.




Y para acabar, mi tradicional "cerveza de la victoria"…, bueno, la suya.