CASTILLO MAYOR (2.014 mts)
Después de la excursión del sábado a Escartín, el domingo por la mañana nos acercamos hasta Puertolas para subir al Castillo Mayor (2.014 mts).
Salimos pronto de Broto confiando en que no haga viento y llegamos a Escalona en poco menos de una hora. Allí nos desviamos en dirección a Añisclo. A pocos metros del desvío sale a mano derecha la carretera que nos llevará a Puertolas, pequeño pueblo que atravesamos en dirección a Bestué.
Justo antes de coger el desvío a Bestué, vemos a un montón de gente que baja de un par de autobuses. Ellos también van al Castillo Mayor pero por la ruta larga pasando por el Collado Custodia. Nosotros continuamos dirección Bestué hasta un desvío que marca Montaña de Sensa -que según nos dicen es Sesa-; lo tomamos y en un kilómetro paramos en un ensanchamiento del camino junto a un hito. Hay que fijarse bien, porque el hito puede pasar desapercibido.
Desde aquí parte un sendero que sube de inicio, con bastante pendiente. La senda que empieza bien, se transforma en senda con pequeñas piedras que me hace patinar constantemente. No llevo palos y tengo que subir agarrándome a los bojes. Aún así, me doy un cacharrazo y me marco el brazo…
Mª José, que estrena botas…, me mira por encima del hombro; ellas lleva palos y va con buen calzado... ¡Cómo son las mujeres!
La senda se va empinando cada vez un poco más hasta que llegamos a los pies de unos farallones. Allí enlazamos con la senda que han debido tomar los que hemos visto bajar de los autobuses. En este punto giramos a la izquierda y la pendiente se suaviza considerablemente.
A partir de aquí ya empezamos a disfrutar de las vistas. Se abre el bosque y a nuestra espalda a aparece Peña Montañesa en todo su esplendor. Se adivina el pantano de Mediano. Las Sestrales marcan el límite del Cañón de Añisclo. Bestué va quedando muy abajo...
El paisaje cambia y empieza la zona de los bojes y los erizones. Se acaba la sombra y empieza el calor. Los pocos árboles que cruzamos nos dan una sombra que se agradece de verdad.
Un poco menos de una hora y llegamos a una plana que llaman el Llano. Desde aquí ya se ve lo que nos queda.
El track que he cogido me manda a la derecha por un pequeño vallecillo para remontar por la cresta hasta la cima. Los hitos, en cambio me mandan en recto. Me fío más de David -Rutas por el Pirineo- que si ha ido a la derecha será por algo -¡vaya si era por algo!-.
Autofoto con la Peña Montañesa detrás, unos anacardos y en marcha.
Delante de nosotros va un nutrido grupo de franceses entrados en años que suben en un relativo silencio. Tras nosotros, más abajo un también nutrido grupo de españoles montan una "bulla" considerable. ¡Somos como somos!.
Nosotros a lo nuestro y para arriba en suave pendiente siguiendo el vallecillo.
Llegados al final, nos paramos en seco. Menudas vistas. A la izquierda todo el cordal del macizo de Monte Perdido. Bajo nuestros pies, unas cortadas fantásticas hasta la garganta de Escuaín...
Aquí giramos a la izquierda y sólo queda seguir la cresta hasta la cima.
Nos toca un caos de rocas, fisuras, grietas y agujeros que sorteamos como mejor entendemos. Todo recto para arriba.
Adelantamos a todo el grupo de franceses para asegurarnos un ratón a solas en la cima…, somos así de egoístas!!!…, aunque al final, tuvimos que compartir.
Menos de dos horas nos ha costado. Vamos bien de tiempo. Así que a disfrutar de la cima. Buscamos una roca solitaria y a comer un buen bocata de tortilla de espárragos. Ya habrá tiempo de pensar en el viaje de vuelta a Valencia.., con estas vistas y este tiempo!!!
Desde el Tendeñera, pasando por el Mondicieto y el Mondarruego hasta las Tres Marías…., menuda fila!!!
Desde aquí se ve la Espalda del Perdido, que me falta por subir junto con el Cilindro, para acabar con este macizo… Es que el asoma por la derecha.
La vuelta la planteamos en bajada directa. El track de David nos lleva por toda la cresta pero se nos hace tarde. Siguiendo hitos bajamos casi en línea recta.
La vuelta se hace rápida pero tampoco aceleramos el paso. De verdad que las vistas lo merecen.
De vuelta en el coche vemos que ha sido una excursión corta y rápida. Seis kilómetros, un desnivel de 750 metros y en menos de cuatro horas de marcha real.
Pero eso no impide tomarse la cerveza de la victoria en Escalona.