martes, 12 de marzo de 2013

Aitana me lleva por Oto

Un cambio de trabajo, un cambio de piso y una rodilla tocada son mis tres excusas baratas para tener desatendido el blog y no haber hecho nada de nada. Vamos a ver si me pongo al día con todo.

CIRCULAR POR OTO


En Broto con el Mondarruego al fondo.

Hace algunas semanas...., muchas semanas, en mi última subida a Broto, Aitana que ya está empezando a plantear actividades -es fantástico-, decidió que quería ir a Oto y a ver la presa que hay un poquito más arriba. Y allí que nos fuimos, con un frío interesante y un viento desagradable.

Esta, más que una salida es una excursión muy rápida. Un par de horas..., como mucho 

Saliendo desde Broto se toma la senda que sube hasta Oto y que parte de la carretera que une ambos pueblos.




En quince minutos ya habíamos llegado hasta el final del sendero que muere otra vez en la carretera, junto a un abrevadero.



Siguiendo carretera adelante, cruzamos Oto y descendemos hasta el camping, ahora cerrado pero con mucha vida en verano y continuamos hasta el barranco de Yosa. 


Vamos remontando su cauce por una amplia pista con el cordal del Pelopín al fondo y el pueblo de Yosa de Broto, ahora abandonado, escondido entre los árboles -Yosa es un pueblecito abandonado durante los años setenta que se puso a la venta allá por el 2005, una vez fracasado un proyecto de rehabilitación-.



La pista acaba pronto, junto a una presa. Llevamos una hora más o menos. 



En este punto, toca comer....., o picar algo. Reponer fuerzas después de una laaaaarga caminata.


Comenzamos a bajar disfrutando del paisaje y viendo como unos buitres sobrevuelan un prado al otro lado del barranco. Era una buena ocasión para que Aitana viera de cerca a estos animales y para explicarle algo del ciclo de la vida en plan "Rey León". 

Así que nos fuimos acercando poco a poco y logramos colocarnos a menos de 30 metros. Se veían perfectamente. Aitana estaba alucinada....., y aún más cuando vió que lo que se estaban comiendo era un caballo.




El viento soplaba con fuerza -en el Mondarruego debía pegarle con ganas- y comenzaba a hacer frío, así que decidimos dejar que la naturaleza actuase y que los buitres acabasen su merienda. 

Nosotros nos tomaríamos la nuestra en el bar de Pía.


2 comentarios:

  1. Tiraaaaaaaaaaaa... ya era hora, cuñao. Excusas, excusas... hay que actualizar más el blog. Sino, mira el mío, ... bueno, ... igual no es la mejor comparación pero algo más de vidilla dle doy... jjjjjee jeee

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  2. Jorge, hay que meterle más caña al blog, y dejarse de escusas, además si estuvistes con la rodilla fastidiana, me imagino que pasarias mucho tiempo en casa ¿no?, jaja. Un par de horas de excursión para ir con niños esta más que bien, saludos

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