Ascensión Astazus

ASCENSIÓN AL 

ASTAZU ORIENTAL (3.071 mts) 

Y AL 

ASTAZU OCCIDENTAL (3.012 mts).
CASI TRAIL RUNNING.

Después de tanto sin caminar por el Pirineo, nos sacamos un fin de semana de la manga y hacemos una escapada relámpago al valle de Pineta. Así que pasamos por Broto para recoger material y nos vamos rumbo al Refugio de Pineta a pasar la noche previa a la subida a los Astazus. 

Una cena a base de judías verdes y longaniza con patatas, amenizada por las historias de los que van de vuelta, nos hizo pasar una agradable velada. A las 10:30 a dormir.

Una tarde lluviosa y una noche gris el sábado, me hacían desconfiar de la previsión…, pero…., los que saben de esto acertaron y el domingo amaneció despejado y fresco. Fenomenal para caminar.

Desayuno….frugal, frugal…, pero frugal del todo. Cogemos el coche y nos acercamos hasta el parking que hay bajo el Parador, punto del que parte el camino hacia el Balcón de Pineta. 

Son casi las 8 y el termómetro marca 9 grados. Yo helado en manga larga y chaleco. Mª José en plan Stallone…, en manga corta.

Nos ponemos a caminar a esa hora en la que no es ni de día ni de noche y la luz juega con el valle. ¡Que preciosidad de sitio!. En esta zona baja la cartelería es abundante y perderse es casi imposible.

Al fondo, el Balcón iluminado por las primeras luces del día, nos espera después de un desnivel de casi 1.300 mts. ¡Bien para entrar en calor!

Vamos al ritmo que marca Mª José que está empezando a coger forma. Subimos bien, tranquilos, disfrutando del bosque. 

Al salir del bosque, el sol ya empieza a caer por la parte alta. Poco tardaré en pasar del frío al calor…,  

Enfrente nuestro, la Cascada del Cinca que tan lejana parecía ayer por la tarde desde la terraza del bar del Parador.

Atrás, el valle entre brumas.

Poco a poco vamos ganando altura y nos acercamos a la cascada y a las paredes que la rodean. Parece mentira que podamos pasar por ahí…, ¡menudos farallones!...pero se pasa.

Vamos mirando alternativamente abajo, hacia el valle, y arriba, buscando el Balcón que, por momentos se esta cerrando con niebla.

Llevamos hora y media y todavía queda trozo…, no recordaba esta subida tan larga. ¡O es que me hago mayor…! Hay que despejar la mente y no pensar en lo que queda, así que a disfrutar del paisaje y a hacer fotos...

La subida la comenzamos solos pero poco a poco vamos juntándonos más y más y formamos un grupo de casi 20 personas. Unos corren más que otros. Algunos resoplamos, otros casi van corriendo…, estamos en el tramo final y todos queremos ser los primeros. Nosotros decidimos ser los últimos…, o algo parecido.

Las zetas, la repisa y ya estamos.

Mª José tenía ganas de llegar. No va muy fina pero no ha dicho nada. No se queja nunca, pero en el Balcón me dice que continúe yo sólo y que me vaya a correr un rato.

Unas fotos, una mirada al glaciar del Perdido, al valle… Es algo obligado.

El paisaje es brutal. Esa cara norte del Perdido y su glaciar son una maravilla. Las vistas hacia el valle increíbles… Mª José toma aire y me acompaña hasta el lago Marboré. Caminamos diez minutos disfrutando del entorno. Al fondo ya se ven los Astazus y tiento a Mª José que decide quedarse y pisar un pequeño nevero…, el primer nevero de este verano.

Llegados al lago, nos despedimos y yo me pongo a correr hacia los Astazus.

Pues me voy a correr…

Correr a esta altura tiene su aquel. Al poco de salir, me pongo a boquear como un bacalao…, pero a boquear bien!!! Joder que flojo estoy…, a los 5 minutos acabo vomitando el trozo de bocadillo que me había tomado en el Balcón. Así que me paro, me relajo y vuelvo a arrancar…. con menos ímpetu. Y funciona. Esta vez boqueo, pero menos. La montaña me ha puesto en mi sitio. 

Sin prisas Jorge.

Correr y mirar los hitos es difícil para alguien como yo que lleva gafas y me extravío dos, tres, cuatro veces…, mirar el track, rectificar y seguir. Soy Rompetechos…, ¡que desastre!

Por fin, el Collado Swan -2.962 mts-. Abajo, Gavarnie entre nubes. A mi derecha el Astazu Oriental o Gran Astazu. A la izquierda el Astazu Occidental o Pequeño Astazu.

Yo, a la derecha. Es cuestión de seguir los hitos hasta la cresta y luego crestear 30 metros.

Cima. Astazu Oriental -3.071 mts-. ¡Qué bien me siento aquí arriba!. Sólo y dueño de lo que me rodea.

Las vistas son formidables. Todo el macizo de Monte Perdio, el macizo del Vignemale, el de la Munia, el Robiñera, Gavarnie…. Y sigo estando solo.

Encuentro una placa bajo la cima que no me resisto a leer.

Algo más de quince minutos y tomo el camino de vuelta hacia el Collado.

Desde aquí se puede hacer dos cosas, crestear en dirección al Astazu Occidental o, siguiendo los hitos, entrar en la vertiente francesa y pasar por una estrecha y baja repisa de unos 40 metros de largo hasta un punto en el que la pared ofrece una pequeña chimenea por la que subir hasta la cresta cimera.

Yo opto por esta alternativa. Las vistas hacia Gavarnie lo merecen.

Una vez en la cresta, quedan unos pocos metros hasta la cima.

Segunda cima. Astazu Occidental -3.012 mts-.

Alucino tanto con la vistas que olvido hacerme foto…, pero tengo una que atestigua que estuve allí: con el hito cimero y el Astazu Oriental al fondo.

Otros diez minutos, unos dátiles y para abajo por el Collado de los Astazus, siguiendo cresta hacia adelante.

La bajada, desde luego, la hago más ligero. Correr así es más fácil hasta para mi. Ya se sabe…, cuesta abajo….

Mª José me espera en el Balcón. No ha comido. Son las dos y media y ninguno de los dos quiere comer, así que sin parar, comenzamos a bajar pasando por la zetas.

El sol aprieta y nos sentamos un rato junto a un pequeño torrente a comer y descansar para, al poco, retomar la marcha hasta el valle. Sin parar.

Ahora le toca sufrir a las rodillas…., pedazo de bajada!!!

Llegamos al coche contentos. Ha sido un día precioso y hemos disfrutado los dos, cada uno a su manera y a su medida. Así que decidimos celebrarlo en el Parador comiendo unas croquetas y un poco de queso. Nos lo merecemos.…pero la cocina del Parador abre a las 7:00 de la tarde y son las 6:30; mi gozo en un pozo!!. 

Oye, pues nos la tomamos en casa... y chis-pum.