DEL EMBALSE DELS CAVALLERS AL REFUGIO DE VENTOSA Y CALVELL
Estamos unos días en el Valle de Boí con nuestros amigos Carlos, Marga y Alberto y es una buena ocasión para probar hasta donde son capaces de aguantar los pequeños.
Aberto y Aitana son unos caraduras. Te pones a caminar con ellos y rápidamente se quejan de dolores de piernas, de espalda, de cansancio infinito, de aburrimiento…, pero en esta ocasión no cedimos y los llevamos hasta donde queríamos llegar los mayores.
Increible, no se quejaron.
Nos acercamos al Embalse dels Cavallers por la carretera L-500 que discurre por todo el valle de Boí pasando junto al balneario de Caldes. Sólo las vistas desde el embalse ya merecen la pena.
El día estaba fresquete y eso nos iba a facilitar la excursión. Salimos tarde, como casi siempre, pero estando de vacaciones no hay que estresarse ni con la hora.
Desde el parking de la presa -1.790 mts- ya viene marcado el camino, así que lo primero es remontarla.
En el embalse, las vistas animan a caminar desde el primer momento, así que tomamos la senda que lo bordea por la derecha.
La senda es una preciosidad. El agua está limpísima y las vistas mejoran a medida que avanzamos.
Vemos el rastro que dejó un alud…, y lo que debió quedar del senderista al que pilló.
Una parada rápida para tomar fuerzas en la cola del embalse y nos ponemos a subir las primeras rampas.
Aitana, a su paso, todo el rato junto a Mª José. Alberto pone el turbo y desaparece por encima de nosotros.
Llegamos a un primer rellano con vacas. Es la Pleta del río Malo, a 1.820 mts, donde ya encontramos desvío hacia los Besiberri.
Con cuidado de no molestar a las vacas y a sus terneros, llegamos al final del plano, donde comienza el Parque Nacional y la segunda rampa, ésta sí, más larga y empinada.
Los Besiberri ya asoman por detrás de nosotros…, llegará el momento de volver a por ellos. Pero está claro que aún tardaré.
Poco a poco vamos subiendo. Ligeros. Aitana y Alberto no dicen nada y siguen como un par de campeones. Ya llegamos….
Por fin, coronamos el segundo repecho y nos damos de frente con el Lago Negre -2070 mts-.
Alegría y frenesí…., pero Aitana dice... "hasta aquí".
No ha estado mal. Hemos llegado casi al refugio. Nos han faltado… ¡10 minutos!. Pero no hay que apretar. Es tarde y tiene hambre.
Comemos bien y luego algunos deciden dormir siesta y otros -Alberto y yo- nos bajamos hasta el lago.
Como estamos junto al refugio, Carlos y yo decidimos tomarnos un "cortadico". Así que, para allá que nos vamos.
Con todo el equipo descansado, decidimos bajar. Aitana y Alberto ya saben el camino, así que van marchando ellos solos, hasta que les ponemos freno.
Una bajada muy tranquila buscando marmotas y deseando tomar una cerveza en el pueblo.
No hubo foto final con cerveza, se me pasó. Cenamos en Boí, los pequeños unas pizzas y los mayores unas tostas.
La foto que sí hice fue la del día siguiente, la del día de descanso en el que luchamos contra el fuego…, y ganamos!!!
Hola Jorge:
ResponderEliminarUna caminata muy bonita por el entorno y la compañia.
Besetes........
Estos chicos aguantan más de lo que nos pensamos Jorge, eso si, si se aburren les empieza a doler todo, y se cansan con solo dar un paso. Me ha gustado la ruta, además es una zona que no conozco, ya veo que la cerveza y la carnaza son faltan en tus caminatas, jaja, saludos
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