miércoles, 28 de agosto de 2013

Por la Selva de Irati

SELVA DE IRATI: 
VUELTA POR EL BOSQUE DE ZABALETA


Unos días con unos buenos amigos, en un bonito entorno, bien comidos, bien bebidos y disfrutando de la naturaleza con Aitana y Mª José...., ¿qué más se puede pedir?. Pues eso fue lo que me pasó durante cinco días con mis amigos Carlos, Marga y su hijo Alberto, que nos fuimos todos a Jaurrieta en el valle de Salazar a descansar, caminar, comer y pasarlo bien.

Uno de esos días de vacaciones lo destinamos a conocer la Selva de Irati. Fantástico bosque y entorno privilegiado al que se accede por una carretera revirada que atraviesa en su tramo final una hermosa umbría.

www.selvadeirati.com

Llegamos al Área de la Virgen de las Nieves a eso de las 10:30 de la mañana. No fuimos muy madrugadores, pero tampoco teníamos intención de serlo. Se llega cuando se llega. El sol ya pegaba y los pequeños ya venían diciendo que eso de andar con semejante calor, que mejor que no, así que decidimos dar una vuelta corta.

El guarda, un tipo simpático, nos recomendó dar la vuelta del Bosque de Zabaleta que discurría por un bosque de hayas y abetos, llegaba al embalse de Irabia y volvía por pista. Total, poco más de 8 kilómetros. 

Decidido, hasta el embalse. Todo el recorrido está perfectamente señalizado. Es la senda SL NA-63A. Con esta información Aitana y Alberto tomaban el mando y hacían de guías.



Al poco de salir del área de visitantes, el camino se desvía a la derecha y comienza a tomar altura por un bosque húmedo y espeso de hayas, con un suelo completamente tapizado de hojas marrones. Es la senda de Barranqueadores que flanquea por el sur el Monte de la Cuestión -vaya nombre-.







Desde el principio me doy cuenta de que esta salida puede convertirse en un paseo temático sobre setas. Las hay por todas partes. Carlos y Marga son "cazadores de setas" y me llevan loco de una parte a otra del bosque. Carlos tiene una vista de lince y las localiza a la legua; yo no las veo hasta que nos las piso.

Aitana y Alberto también se ponen a ello y es un sinvivir. Aquí..., aquí..., aquí... Paramos a cada paso y hacemos fotos. No cogemos ninguna, no se puede. Además yo nos las conozco. Carlos se afana en explicarme cuales son las buenas y cuales las malas. Nos lo estamos pasando bomba. Yo la disfruto como un enano. Es mi bautismo de setas.









Pero no sólo vemos setas. Insectos, babosas, ranas, recogemos fresas silvestres....




No se cuanto tiempo pasa pero la senda deja de coger altura y vuelve a bajar en dirección al fondo del valle. Es una preciosidad de sitio. Quizás en un par de horas, desembocamos en una pista que tomamos hacia la derecha. Ya estamos cerca del embalse. Antes, paradita en un arroyuelo.



Llegamos en diez minutos a la casa forestal abandonada que se sitúa en la cola del embalse. Allí paramos a almorzar...., o comer. No sabemos ni la hora que es. El tiempo parece que ha cambiado, el cielo está gris y chispea.


La vuelta es algo más aburrida. Vamos por pista y no da para muchas setas. Así que, cada uno, su ritmo.



Llegamos casi a las cinco de la tarde al punto de partida. Todavía pudimos subir a comer algo en el bar. Y vaya que si comimos. Llevábamos hambre.

El sol ha vuelto a salir y aprieta el calor. Aitana y Alberto salen a jugar al parque que hay junto al bar y se ponen a sudar como cosacos....., pero ¡qué más da!, tenemos un río para refrescarnos.


Pues todos al agua...


En el agua todos somos niños...


Pasamos una buena jornada que rematamos al día siguiente, en la sidrería de Ochagavía, con un par de chuletones tamaño XXL regados por abundante sidra escanciada por nosotros mismos. 


Gracias Carlos y Marga. ¡Qué fácil es ser felices con vosotros!


lunes, 19 de agosto de 2013

Punta de las Olas, Soum de Ramond y Baudrimont SE

PUNTA DE LAS OLAS (3.002 mts),
 SOUM DE RAMOND (3.254 mts)
 y BAUDRIMONT S.E. (3.026 mts).


El Soum de Ramond y el Baudrimonr S.E. a su derecha.

Pues después de 4 ó 5 intentos ya puedo decir que he podido subir al Soum de Ramond. Era una de esas espinas clavadas que tenía y que necesitaba quitarme, más por una cuestión psicológica que por otra cosa. De los grandes es el único al que nunca había subido. Siempre que he intentado subir me ha pasado algo. El año pasado, por ejemplo, nos pilló nieve, niebla y un frío de narices...., en pleno mes de agosto. Casi desisto.

Creo que los dioses se han apiadado de mi porque, además, este año lo llevo en blanco. Un mal año montañero lleno de contratiempos de todo tipo.

Un día libre, Mª José que me dice que me pegue fuego por arriba....., y yo que no me lo pienso. Tomo el autobús de Nerín y para arriba.

Una mañana clara, con nubes bajas que tapan el valle a mi espalda, pero que me dejan ver todo el macizo y el valle de Ordesa -que no me canso de pasearlo y contemplarlo-. El tiempo fresco, ideal para caminar.







Salgo escopeteado porque no quiero llevar delante a la marabunta que subimos en el autobús. Uno de los pequeños placeres de estos momentos es recorrer, solo y sin ruido, la senda que cruza Cuello Gordo con Ordesa tus pies.

Además, tengo ganas de saber cómo ando físicamente después de tanto tiempo sin subir.

Por encima va haciendo viajes el helicóptero que lleva enseres a Góriz y yo, poco a poco, voy avanzando solo en busca del Collado de Arrablo o Collado Superior de Góriz (2.343 mts), vigilado por esa tecla que es la Torre de Góriz (2.787 mts).





En un poco más de una hora llego al Collado donde el sol me da en la cara por primera vez. El cielo sigue despejado. Tomo un trago de agua y sigo camino ya por el trazado del GR 11.

Este invierno ha sido excepcional con la nieve y esta primavera y verano lo ha sido con el agua. Bajo el glaciar sur del Soum de Ramond, corre un riachuelo con varios saltos que no recordaba con tanta agua a estas alturas del año



El camino ya conocido va ascendiendo gradas y ganando altura.



A nuestra izquierda el Cañón de Añisclo nos acompaña para no dejarnos en toda la mañana.


El GR continúa hacia el este, en dirección al Collado de Añisclo, pero yo tomo la senda que nos sube a la chimenea que permite acceder a la gran pedriza que hay bajo la cima de Punta de las Olas.




No es complicada y se pasa sin problemas.

Una mirada atrás a mitad de subida....


Y por fin, enfrente Punta de las Olas y el Soum de Ramond que, desde esta perspectiva, parece imposible de alcanzar.


Subo por la pedriza infernal. Nunca me ha gustado este tramo. No se el motivo, pero nunca me ha gustado. Me cansa, me aburre..... Desde el la corta chimenea que da acceso a la cumbre de Punta de las Olas siempre miro atrás y me digo que no vuelvo a pasar por ahí.


Alcanzo Punta de las Olas (3.002 mts) en un poco menos de tres horas, pero sólo paro un segundo para tomarme unos frutos secos. Yo vengo a otra cosa y me estoy poniendo nervioso......, comienzan a entrar nubes por detrás y me gustaría disfrutar de las vistas desde arriba.

Carretera y manta. Aprieto el paso.


Desciendo hasta el plato que se forma a los pies del Soum y sin necesidad de pisar los pequeños neveros que quedan, comienzo a ganar altura hacia mi izquierda, siguiendo una marcada senda que me tiene que llevar a la cresta de acceso a la cima.



Las nubes van ganando terreno....., por Dios que no llego. A mi espalda, el Baudrimont S.E. casi tapado.



Es una subida limpia, rápida y fácil que me permite alcanzar la cresta en poco tiempo. Ahora, giro a la izquierda y cresteo un poco.



Y por fin hago cima..... Levanto los brazos, cosa que nunca hago, y grito:

-¡Siiiii!.

Parezco idiota. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto una cima. Casi cuatro horas. Muy bien físicamente, pero eso me importa poco. A la quinta fue la vencida. Me siento en el hito y contemplo los alrededores. Estoy sólo y lo disfruto. Pero como siempre me pasa por aquí el cielo se va cubriendo a ratos.

Al cabo de un rato aparecen un par de chicos y les pido una foto. Es la foto.


Aquí si que como con tranquilidad, dejo que suba un montañero vasco y que bajen los tres para quedarme un rato más disfrutando de la soledad.

Monte Perdido también está vacío. Ya te digo.


Tengo mala suerte con las vistas porque se va tapando todo poco a poco, pero me da igual. Ni había reparado en la cámara...., he disfrutado de la cima. Entre nubes se ve el macizo de la Munia, a mis pies el Baudrimont N.O.....



Toca bajar y pasarme por el Baudrimont S.E.

Desciendo por la senda y me desvío buscando la base del Baudrimont. La ruta está marcada. Miradas atrás constantemente....de ahí vengo.


Una senda nos lleva en diagonal hasta una pared que bordearemos en busca del acceso a la cresta. En la subida encaré una placa lisa por la que se sube más o menos cómodo, y a la bajada seguí una corta y cómoda canal.




Una vez se alcanza la cresta, en un momento estás en la cima.



Cima. Otra vez solo. Cómo disfruto de estos momentos. La cara creo que lo dice todo.



Un trago de agua y una mirada a mi alrededor...., por donde no haya nubes. El balcón de Pineta, el lago Marboré helado todavía, los Astazus que asoman, los llanos de la Larri, La Munia, el Robiñera....




Para abajo. Esta vez por una canal muy cómoda que me deja otra vez en el plato.


De vuelta a casa, me doy cuenta que no me he hecho foto en Punta de las Olas..... Tan obsesionado estaba que he pasado de todo. Un poco de respeto. Foto cimera.


Como voy bien de tiempo, decido acercarme a Góriz, que, por cierto estaba a reventar.


Tenía que hacer algo...., la cerveza de la victoria.